La secuencia habitual en relación con el cambio de modelo alimenticio, que vuelve a repetirse en el siglo XVIII dan como resultado aumento demográfico, oleadas de hambruna, deforestación y desarrollo agrícola.
Aumento demográfico: a lo largo del XVIII, se da un gran crecimiento de la población que pasa de 125 a 200 millones.
Hambrunas: constantes oleadas de hambrunas: 1709− 1710, 1739− 1741, 1741−1743, 1764− 1767, 1771− 1774. el siglo XVIII es conocido como el siglo del hambre, no porque la gente se muriera de hambre sino por el estado de malnutrición crónica de gran parte de la población (final de siglo: revolución francesa).
Desarrollo agrícola: se da una mejora técnica por la extensión de la rotación de cultivos (trigo, cebada, barbecho). Las ventajas son un no agotamiento del suelo y que las leguminosas forrajeras aumentan la capacidad del suelo (fijan N) y permiten integrar mejor ganadería y agricultura.
Se produce un capitalismo agrario dándose un retroceso de minifundios por la poca rentabilidad y un aumento de las grandes propiedades dedicadas a la agricultura, especialmente en Inglaterra y Francia, que es un precedente de la Revolución Industrial.
Se establecen los cultivos milagrosos (maíz y patata). Su milagro consiste en que un grano de maíz de 80 en cosecha mientras que uno de trigo da 5− 10 en cosecha. La patata a igualdad de superficie de cultivo, puede alimentar al doble/ triple de población que los cereales tradicionales. El maíz se difunde por el sur de Europa desde 1730− 1740 y la patata por el norte desde 1760.
Los resultados de los cultivos milagrosos son que la patata y el maíz se convirtieron en los recursos básicos de la segunda mitad del XVIII y comienzos del XIX y estuvieron fomentados por los grandes propietarios por los pingües y rápidos beneficios, a que aseguraban a bajo coste la subsistencia de los campesinos y permitía derivar cereales valiosos a ciudades.
Los riesgos del maíz fueron que la dieta exclusiva de maíz no proporcionaba miacina, lo que produce oleadas de pelagra en España (Asturias 1740), Francia, Italia, Balcanes, en la segunda mitad del XVIII y comienzos del XIX.
Los riegos de la patata fueron la catástrofe irlandesa de 1845− 49 por la llegada del mildeu en 1845 a Irlanda que dejó la isla sin patatas durante dos años, a esto se unió la nefasta política inglesa (no otorgo los cuatro millones necesarios de libras para solucionar la crisis). Los resultados fueron que un tercio de la población murió de hambre o de enfermedades infecciosas o emigro (a USA) y se calcula que el hambre de la patata mató a un millón de personas (uno de cado ocho irlandeses).
FINAL DEL PERIODO: pese a los desastres, el aumento demográfico global no se interrumpió, pasa de 200 millones en 1800 a 300 millones en 1850. La malnutrición crónica se mantuvo, ya que en las primeras décadas del XIX coinciden con el mínimo histórico de disponibilidad alimentaria per cápita de la población europea que se ve en una baja generalizada de la talla (inferior a la de los siglos XIV y XV).
COMENTARIO:
Aqui se da un cambio muy desfavorable, tanto es asi que el siglo XVIII es conocido como el siglo del hambre, y no porque la gente no tuviera que comer, sino por el estado de malnutrición crónica de gran parte de la población. Tambien se da un aumento demografico importante, es curioso ver como en cualquier epoca, un aumento de poblacion siempre origina severos problemas de desavasto, de crisis, de insalubridad, etc. Por eso en paises como China es tan drastico pero tan controlada la tasa de natalidad, en lo que estoy totalmente de acuerdo, simplemente ay que ver en la historia como estos indices de poblacion tan elevados solo atraian problemas.